Alfredo Olivera es el padre de la revolucionaria idea comunicacional de hacer radio con personas que tiene algún padecimiento mental, a esas radios las conocemos en América Latina como colifatas o radios locas. Podemos Volar, La Colifata, Sensa Muri, Los Inestables, Radio Abierta o radio Vilardevoz son tan solo algunas de estas "atrevidas" ideas sonoras extendidas en el mundo entero.
"El reto de las radios locas está en recuperar la
potencia de sus proyectos y la necesidad de recuperar la dimensión de lo
comunitario produciendo comunidad. La radio como promotora de potencias de la
comunidad abre el juego a nuevas producciones de subjetividad y a la vez a la
producción de comunidad (allí el valor de comunitario). Lo comunitario no queda
definido en la potencia de una antena o en la calidad o no de una emisión, sino en un motor -lo colectivo- que reúne
a “seres en búsqueda” y que entre otras cosas puede permitirnos reconocer
problemas y proponer soluciones o bien producir nuevas posibilidades para los
recorridos de la singularidad, como camino de la subjetividad".
Una estrategia de estas radios: “Hay que ex filtrarse o
infiltrarse con diversos formatos en múltiples plataformas de la comunicación”.
“Estimular esos procesos es también concebir la radio promotora de salud y de
"comunidad" no solo como la reivindicación de la "locura" o
su negación, sino como la puesta en
acción de procesos de lo saludable que los construimos entre todos (ejemplo de
La Colifata solidaria)”.
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